Para Tí - Parte III
III - Se llevó el libro a la sala, para acercar una mesita de centro donde pondría la taza caliente, y se recostó en el sillón más largo, cruzando las piernas para apoyar el ejemplar. La suavidad de la luz de esa tarde nublada tenía el potencial para darle el sosiego para los disgustos de las horas anteriores, que permanecían, estridentes. Resopló ante el recuerdo ineludible de la llamada que recibió en la oficina. Mientras elaboraba una cotización para un cliente, su última actividad de la tarde, atendió el teléfono sin mirar el identificador. Era Marcus, un joven universitario de veintidós años, recomendado como prospecto de compañía por parte de sus amigas. Desde hacía semanas la buscaba para verse en algún restaurante o charlar en una cafetería. A pesar de la constante y definitiva negativa de Darya, él insistía. Ella había bloqueado cada número telefónico del que escuchara aquella voz engreída, pero él había seguido cambiando de número para contactarla. -¡D