¿Qué hacíamos en las ruinas?
-¿Porqué no han dicho nada?... parece que no hemos llegado a la planta baja –dije a Taylor y Brook, exasperado. Yo lideraba el camino, a través de las ruinas del Centro Courtney de Enfermedades Mentales. Mis acompañantes, amistades de toda la vida, no habían hablado desde… no lo sé, pero ya llevaban rato que sólo venían detrás de mí, sin cooperar en nuestra búsqueda. “¿Búsqueda?” pensé. Había olvidado la razón por la que nos encontrábamos deambulando por ahí, sin una linterna ni abrigos. Sostenía en los brazos una caja de cartón delgada, de la que emanaba un hedor de putrefacción, y escuché un rumor de dípteros agolpándose contra ella. -¡Una ventana!, vayamos a una ventana –indiqué a quienes me seguían. Asintieron, en sombrío silencio. Les pedí ayuda para sostener uno de mis pies en sus manos, a manera de escalón. Como pude, asomé la cabeza a través de un barandal reforzado, en lo alto de una habitación acolchada. Era un atardecer, cerca de las seis y media. Un vi