Pesadilla
No saber qué significaba. Eso fue
lo que le paralizó cuando despertó sudoroso, como volviendo del mismo
inframundo, de forcejear con demonios, y vio a su hermanito sonriente al pie de
la cama, sujetándolo por el tobillo con una fuerza descomunal, que le hacía
daño.
Por: Víctor C. Frias
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