La Voz

Esa voz no quiere despedirse. Insiste en quedarse como una compañía que disocia mis actividades. La percibo, mostrándome sus memorias e inquietudes, al acecho y estudiando mis patrones e ideas. 

En un instante de distracción, me deja un mensaje escrito: La amenaza de que si no le devuelvo el control de este cuerpo, luchará para reencontrarse con sus seres amados. 

Iluso; de donde provengo, es imposible un escape sin arriesgarse a arder o pudrirse en la locura eterna.




Por: Victor C. Frias

Espero hayas disfrutado de este Relato,

¡Muchas Gracias por tus Visitas!

Comentarios

¡Más breves y enloquecedores Relatos ;) !

Las letras hedónicas

Abandonado

El gato rayado

Portal

La segunda prenda