Segundero
Mi novia llevaba tiempo preocupada por verme cansado y agobiado. "No has dormido bien" insistía. Muchas veces mi respuesta era "Ya es costumbre, no pasa nada". Y decidió observar mi noche, acompañándome a mi departamento.
-Amor... No puedo creer que estés acostumbrado a esto -me dijo al despertarme con un codazo.
Somnoliento y aún incapaz de articular palabra, me encogí de hombros.
Pero pude ver en la penumbra la humedad de su llanto y escucharle una respiración entrecortada. Su dedo apuntaba al pie de la cama. Vimos la figura encapuchada que daba pasos ansiosos alrededor, como un segundero maldito, de ida y de vuelta, rascándose la cabeza, como pensando demasiado.
Por: Victor C. Frias
Espero hayas Disfrutado de este MicroRelato,
¡Agradezco Mucho Tus Lecturas!
Comentarios
Publicar un comentario
Aquí te dejo espacio para que me compartas tu opinión sobre los Relatos.