Pusilánime

Qué confusa sensación la de presenciar el asesinato de un fantasma. Sí, del que me había arañado los brazos durante las noches de mi infancia... y que ahora ha dejado una pierna convulsa como residuo, tras ser zarandeado por aquellas fauces hediondas que emergieron de mi armario.



Por: Victor C. Frias


Espero hayas Disfrutado de este MicroRelato,

¡Muchas Gracias por Tus Lecturas!

Comentarios

¡Más breves y enloquecedores Relatos ;) !

Las letras hedónicas

Abandonado

El gato rayado

Portal

La segunda prenda