Paredes
Siempre se ha dicho que, en una unidad habitacional, todos se mantienen al tanto de la privacidad ajena porque "las paredes son muy delgadas".
Tal afirmación dejó de convencerme cuando, una noche, vi a aquella anciana huesuda apoyada contra una pared, con los ojos bien abiertos.
Su oreja fantasmal, atenta, no se separaba del murmullo casi imperceptible del departamento siguiente.
Ella se disolvió en la penumbra, para dejar como vestigio un susurro que me dio una revelación horrorosa: "Ellos callaron. Ahora penden de una cuerda".
Por: Victor C. Frias
Espero hayas Disfrutado de este Relato,
¡Agradezco Mucho Tus Lecturas!
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